De no haber tenido lugar los dramáticos acontecimientos del 9 de
mayo de 2006, la realidad de Afinsa Bienes Tangibles, S.A. (AFINSA) sería, a
día de hoy, muy diferente. La empresa continuaría viva y operando en un sector
altamente especializado: el de inversión de bienes tangibles y de colección, en
el que, sin duda alguna, ocupaba una extraordinaria posición dominante.
Adentrarnos
en la hipótesis se hace necesario para intentar comprender cuáles pudieron ser
los motivos reales que impulsaron la intervención y liquidación de esta
compañía.
De haber aceptado
la oferta hecha por Citibank para salir a Bolsa, y gracias a la imponente
capitalización bursátil resultante de dicha operación, Afinsa habría
consolidado el puesto que ya ocupaba entre las 50 empresas más importantes de
España; por delante, incluso, de la propia RENFE.
Según estaba
contemplado en el plan estratégico diseñado para el periodo 2006—2011, el grupo
habría entrado de lleno en el potente mercado de inversión asiático de la mano
de los dos gigantes con los que Afinsa ya tenía relaciones comerciales: India y
China.
A través de su
filial americana, Escala Group, y gracias a la compra de A-Mark Precious
Metals, Inc., incorporada en junio de
2005 al holding de más de veinte empresas que conformaban
el grupo, Afinsa quedó formalmente autorizada por la selectiva U. S. Mint (Casa
de la Moneda de Estados Unidos) para llevar a cabo la venta de lingotes de oro
y de oro amonedado de inversión (bullion). Esta compra estratégica
habría permitido a la multinacional que era Afinsa sortear cómodamente las
turbulencias financieras, auténtica amenaza para los bancos que, por aquellas
fechas, ya asomaban por el horizonte. La habrían convertido en una interesante
alternativa al brindar a sus clientes la posibilidad de invertir en oro, y en otros productos de enorme atractivo
para el inversor en bienes tangibles, tales como diamantes, platino, y metales
preciosos en general, cuya seguridad, cotización al alza y revalorización son
incuestionables.
Sumemos a todo lo
anterior el valor de una excelente red comercial, constituida por más de dos
mil ochocientos asesores, y una cartera de ciento noventa y dos mil clientes
satisfechos, como principales activos de la compañía, y llegaremos a la
conclusión, sin temor a equivocarnos, de que el crecimiento y los beneficios de
Afinsa en el tiempo habrían resultado, además de sostenidos, impresionantes.
Pero todo ello o,
mejor dicho, tal vez por todo ello, el gran proyecto de lo que podría haber
sido este holding empresarial se vio truncado aquel fatídico martes 9 de
mayo de 2006, día en que tuvo lugar la intervención de la sociedad bajo la
acusación de estar llevando a cabo un monumental fraude por medio de un
sofisticado sistema de “estafa piramidal”.
Gran parte de la
sociedad piensa que la medida resultó acertada porque obedeció a criterios de
prudencia razonables, en aras a evitar un mal mayor; esto es, que la supuesta
estafa continuase captando más incautos. Pero, también hay quien no duda en
afirmar abiertamente que la intervención obedeció a una lamentable decisión
política del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero tras sucumbir
a las presiones del todopoderoso sector financiero, que veía en Afinsa a uno de
sus mayores competidores.
Una tercera
hipótesis, incorporada y desarrollada en esta obra, plantea un tercer escenario
ciertamente inquietante: la intervención y derribo de Afinsa obedece a una
acción sincronizada, de manera conjunta, por determinados poderes financieros
de Estados Unidos y de España.
Podría aducirse
que no debo pronunciarme sobre cuál de las versiones es la correcta, ya que la
instrucción del “Caso Afinsa” sigue su curso y la justicia no ha dictado
sentencia final al respecto; pero lo cierto es que, tal y como veremos más
adelante, en todo lo relativo a la intervención de esta compañía, y al derrumbe
del precio de las acciones de su filial norteamericana, Escala Group, abundan
más las sombras que las luces. A pesar del tiempo transcurrido, numerosos
interrogantes continúan abiertos, y son muchas las preguntas que nos hacemos
los perjudicados de las cuales, hasta la fecha, no tenemos respuesta judicial.
Lo que sí ha
quedado demostrado es que la llamada
“Operación Atrio”, tal y como se la conoce en ámbitos jurídicos y policiales,
únicamente pudo ponerse en marcha, dada la envergadura de la misma, por orden
directa, o al menos con conocimiento, del Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero.
Tal y como se diseñó y desarrolló, solo podía
desembocar en la destrucción de dos compañías: Afinsa y Fórum Filatélico. Ambas
habían ejercido —durante 25 años la primera y 26 la segunda— una posición
dominante en el sector de inversión de bienes tangibles. En el caso que nos
ocupa, el grupo Afinsa llegó a alcanzar en su desarrollo la dimensión de holding
internacional. Hoy, ninguna de las dos sociedades existe. A raíz de la
intervención, las dos están siendo liquidadas.
El contenido de
este relato es un compendio de situaciones vividas —y sufridas— en primera
persona, de numerosas entrevistas realizadas y de abundante información,
acumulada durante los más de nueve años que han transcurrido desde aquel
nefasto martes 9 de mayo de 2006, fecha en que tuvo lugar la intervención.
En aras a
mantener la objetividad, el relato exige de esta autora el esfuerzo de referir
los hechos de la manera más disociada posible. No ha resultado ser ésta una
tarea fácil. Como tampoco ha sido fácil la selección del título de la obra.
Durante estos nueve largos años, han dominado en mi mente las sensaciones
vividas el día de la intervención. Aquella manera violenta de entrar en las
dependencias de una y otra empresa, apoderándose de todo, o de la mayor parte,
de lo que en ellas había, debía de tener en nuestro Diccionario de la Lengua
Española una definición. En efecto, la tenía. La elección final del nombre de
cabecera de este libro, ‘El saqueo de Afinsa’, intenta reflejar el asalto policial de la
sede de ésta compañía, como desencadenante y preludio de los graves daños que
habríamos de sufrir miles de personas, y que estaban por llegar.
El libro incluye
algunos artículos de opinión escritos, a título personal, en el pasado, que
reflejan, a modo de denuncia, el dolor y la ruina que estas actuaciones han
traído a mi vida y a la vida de miles de familias, y en los que me permito
expresar mis sentimientos libremente, sin cortapisas. No deberán interferir mis
opiniones sin embargo con el principal objetivo del libro, que no es otro que
el de trasladar al lector, de forma rigurosa y documentada, la cruda realidad
de los hechos.
No será ésta una
narración abreviada y mucho menos simplificada. En las páginas que siguen a
continuación encontrará el lector información detallada —que en ocasiones tal
vez pueda parecer prolija—, con datos, fechas y referencias a documentos
originales que ponen al descubierto un complejo entramado, minuciosamente
planificado y cuidadosamente elaborado, para ejecutar con garantías de éxito lo
que podríamos llamar un auténtico expolio que, sin embargo, no es percibido
como tal por la opinión pública.
La sociedad
española, y muy especialmente quienes de una u otra forma resultaron perjudicados
por la intervención, merecen conocer la verdad. Con la creación de este blog, que incorpora profusa documentación citada a lo largo de toda la obra, aspiro a contribuir para que así sea.
hola mila kisiera me comentaras por privado escribeme al correo mio GRACIAS
ResponderEliminarHola Paulino. Pásame tu correo para poder responderte.
ResponderEliminarPuedes enviarlo a:
mila.hernan@gmail.com
Saludos muy cordiales
Mila.